Sabíamos los quebraderos de cabeza que produce para muchos el momento de ponerse a cocinar, sobre todo cuando se trata del momento de empezar-a-comer-bien. La falta de tiempo, de información y de ganas hacen que la opción elegida no sea la que íbamos buscando para nuestra dieta y acabemos comiendo lo más llamativo, rápido o incluso precocinado y, en la mayoría de los casos, llenos de ingredientes desconocidos e indeseables.
Ante esta situación, decidimos actuar. Resonaba en nuestra cabeza una frase de nuestras madres: “si quieres comer bien, come casero”. ¡Ay, las madres! Tienen más razón que un santo. Y es que cocinando sabemos lo que comemos y además disfrutamos más y con más calma la comida.
Así, nos pusimos manos a la obra y fuimos creando recetas sencillas y deliciosas. Empezamos a comprar y medir nosotros mismos los ingredientes para después meterlo todo en una caja. Y no, no nos rompimos la cabeza, lo llamamos Food in the Box. En inglés, claro, que queda más cool.
Ahora estamos emocionados al ver que nuestras recetas han servido para algo más que para ser un respiro en el follón diario. Algunos habéis aprendido a cocinar, otros lo aprovecháis para luciros en las cenitas, para conquistar al amor de vuestra vida… pero lo mejor es que os animáis a experimentar y a debatir la importancia de la alimentación en la salud.
Con todo esto, creemos que ha llegado el momento de deciros que queremos ir más allá. Bueno, en realidad ya hemos empezado sin avisaros, pero ahora queremos que nos acompañéis y ganéis vosotros también con el cambiazo. Seguro que habéis notado que últimamente estamos modificando nuestras recetas, que nuestras publicaciones en redes sociales han empezado a ser, cómo decirlo… diferentes, a estar “comprometidas con la causa”.
"Queremos que nos acompañéis y ganéis vosotros también con el cambiazo"
La verdad es que hace unos meses que venimos ideando la manera de cambiar de rumbo. Como seguramente habéis oído, lo que comemos impacta (y mucho) en, resumiendo, tres aspectos: salud, medio ambiente y sociedad. En la salud está claro, pues según dijo el filósofo Ludwig Feuerbach: “somos lo que comemos”, ¿o no? Lo que no parece estar tan claro es su impacto ambiental y social, pero sentimos decir que sí. Ya no es que esté de moda ser ecofriendly, sino que si continuamos con este tren de vida necesitaríamos, según WWF, ¡2’7 planetas!
De esta forma, queremos poner nuestro granito de arena. Hemos empezado a cambiar nuestras recetas y los ingredientes que usamos. Nos preocupamos por el origen de estos y buscamos granjas ecológicas y de cercanía que elaboran productos con los que poder trabajar. Así conocimos a Fernando Manteca y sus 140 vacas, o a Cristian y Carlos que presumen orgullosos de suculentas verduras. Y es que estas producciones no solo reducen al máximo el impacto ambiental, sino que además producen beneficio al incluirse en el ecosistema como uno más.
No es que nos creamos los salvadores del mundo del caos, pero sabemos cuánta información y transparencia falta en la alimentación y no queremos que vosotros seáis víctimas de ello. Por eso se han subido a nuestro barco un puñado de expertos en nutrición y salud con el objetivo de acercaros toda la información que necesitéis, confiéis en nosotros y ¡os animéis a acompañarnos en este viaje con tanta ilusión como nosotros!