La primavera la sangre altera.
Las flores estallan, los pájaros cantan, el sol empieza a calentar de verdad, ¿y nosotros? Nos remueve una inquietud por salir, por relacionarnos.
¿Qué es lo que ocurre en realidad? y ¿por qué es el mejor momento para detoxificar?
Desde el solsticio de invierno los días empiezan a alargarse y a acercarse la primavera. Según la tradición china la primavera entra el 3 de febrero, es el momento en que llegan más rayos de luz al cambiar la inclinación de la Tierra con respecto al sol. Aumenta el calor y hace que en las plantas ascienda la salvia hacia las yemas, se hidraten y broten las flores, así se ven árboles cerezos tan espléndidos desde marzo.
¿Por qué tanto revuelo primaveral?
Al haber mayor cantidad de luz el hipotálamo segrega más melatonina (la hormona que regula el reloj interno) y que influye en la producción de otras hormonas: las del estrés (cortisol y adrenalina), del metabolismo (tiroides), del amor (oxitocina) e incluso las reproductivas. Por eso cuando aparece más luz nos despertamos y queremos salir más, conocer más, relacionarnos más.
Los rayos del sol que llegan y calientan más la Tierra hacen que la energía ascienda tanto en las plantas como en nuestro cuerpo, de manera que la sangre se expande por todo el organismo y el hígado es el órgano responsable de ello. Por eso la primavera es perfecta para potenciar el momento de limpieza en el que se encuentra el hígado y hacer un proceso de detoxificación.
Según la Medicina Tradicional China la energía asciende desde el hígado hacia el exterior naturalmente. Pero si está bloqueado o tenso, por exceso de contaminantes o tóxicos de la alimentación y no puede producir una limpieza correcta el cuerpo se siente cansado y apático, es lo que se conoce como astenia primaveral.
Y es que la primavera no es tan bonita para todo el mundo, pero puede mejorarse adaptando la dieta a la temporada y apartarse por un tiempo de las grasas, el alcohol y otros que detallo más abajo, para desintoxicar el hígado y llenarnos de vitalidad.
El hígado. Depuración, limpieza y transformación
En la naturaleza la primavera lleva a la transformación, al cambio, lo que estaba dormido durante el invierno se despierta con ganas de metamorfosis. Si el hígado funciona bien estamos curiosos, dispuestos y activos para hacer y recibir cambios con flexibilidad.
El hígado es el órgano más grande del cuerpo humano y drena el 85% de la sangre del intestino. Se encarga de almacenar nutrientes, metabolizarlos, eliminar sustancias nocivas y participar en la digestión de las grasas.
Es un órgano muy activo que influye tanto a nivel físico como emocional. Sobretodo en esta época se ven los síntomas y si no está funcionando bien se siente malestar, digestiones difíciles, dolor de cabeza, ansiedad, cansancio…Tras una limpieza se recupera el sueño, la digestión, el ánimo e incluso ayuda a perder peso.
A nivel emocional las medicinas orientales apuntan al hígado como centro de emociones y pasiones. Es el lugar de la ira y la paciencia, por lo que una detoxificación podría sacar emociones de rabia y tristeza, pero una vez depurado distribuye sangre limpia a todos los órganos, incluido el cerebro y la vista y llena al cuerpo de vitalidad y alegría, haciendo ver todo con más claridad.
Detox. Cómo y por cuánto tiempo se necesita
Para que sea eficaz lo que toca hacer es comer moderadamente y restringir unos alimentos e introducir otros durante al menos 20 días.
A reducir drásticamente o eliminar en el caso de los primeros de la lista:
- Alcohol
- Tabaco
- Medicamentos
- Fritos y grasas no saludables
- Bollería, azúcar
- Cereales refinados
- Carnes rojas
- Café
- Lácteos
A introducir (y procurar que se queden):
- Frutas y verduras frescas y de temporada
- Limón para aderezar las comidas (olvídate del vinagre barato)
- Germinados de legumbres (de soja, de lenteja, de rábano, etc)
- Fermentados (kéfir, kombucha, chucrut, miso, etc)
- Grasas saludables (aguacate, aceite de oliva, frutos secos)
- Cocinar al vapor, salteado o comer en crudo
- Añade especias (jengibre, cúrcuma, pimienta) y hierbas aromáticas (tomillo, romero, cilantro, albahaca…)
En internet, libros, consejos de la vecina… hay infinidad de recetas o planes detox caros e insufribles. Los cambios no se consiguen en dos días, sino que requiere constancia y hábitos, por eso creamos la colección Detox, con platos sabrosos, reales y completos para ir creando estos hábitos y que puedas mantenerlos después. Lo ideal es seguir un plan detox de al menos tres semanas, añadiendo recetas nuevas cada semana, estas recetas fueron creadas pensando en nuestro querido hígado y en cuánto necesita que lo cuidemos y limpiemos.
Solo tienes que preocuparte de elegir las que más te gusten cada semana, recibirlas en casa, cocinarlas, disfrutar al máximo del antes, del durante y del después y vivir la primavera con toda la vitalidad que se merece.